IRÉ Y HARÉ...

En El Libro de Mormón encontramos uno de los ejemplos de fe y obediencia más grandes e influyentes, como es la vida y obra de Nefi el hijo de Lehí, es basado en sus palabras que quiero compartir un breve mensajes con todos los lectores del Blog.

En el libro de 1 Nefi 3:7, leemos:

"Y sucedió que yo, Nefi, dije a mi padre: Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles la vía para que cumplan lo que les ha mandado."

Si recordamos un poco el marco histórico de este acontecimiento podemos decir que Lehí había tenido un sueño en donde se le pedía que sus hijos regresaran a Jerusalen a buscar las planchas de bronce, pero Lehí comenta que él le había dicho a Lamán y Lemuel que fueran pero que ellos habían murmurado y decían que le estaba pidiendo algo difícil, Lehí se esforzó en explicarles que no era una ocurrencia suya, sino que el Señor lo había mandado. Frustrado por la actitud de sus dos hijos mayores Lehí hace su pedido a su hijo menos, Nefi, a quien le promete que será enaltecido por el señor debido a que él no murmuró.

La actitud de Nefi fue obedecer y cumplir con lo mandado, porque él sabía que si bien era una misión difícil de cumplir, si la había pedido el Señor, Él prepararía todo para que pudieran tener éxito.

Debido a mi llamamiento en la Iglesia, Presidente del Quórum de Élderes, tengo la oportunidad de presidir y delegar tareas y realizar pedidos a los hermanos, gracias a esto he podido ver hermanos que se comportan como Lamán y Lemuel, y otros que son como Nefi. 

Mi pregunta ahora es ¿Cómo quién me comporto yo?, soy como Lamán y Lemuel cuando un líder de la Iglesia me da un mandato y comienzo a murmurar, excusarme, hacerme el desentendido, etc, a fin de no cumplir con lo mandado, o soy como Nefi dispuesto a obedecer y cumplir con lo mandado.

Cuando nos comportamos como Lamán y Lemuel, estamos en una situación grave ante los ojos del Señor, ya que estamos en una actitud que no le agrada a Él y si no nos arrepentimos perderemos la oportunidad de ser guiados por el Espíritu Santo. Muchas veces al estar en este estado caemos también en el chisme, la arrogancia, y otro punto más es la sensibilidad, a que me refiero con esto, a que estamos sensible en ver y juzgar, y hasta sentirnos ofendidos por lo que dicen o hacen otras personas, buscando de esta manera una excusa para no ir a la capilla o dejar de cumplir con nuestras responsabilidades, es esto es una muestra exacta de actuar sin la guía del espíritu.

Es mi deseo que podamos esforzarnos de ser como Nefi, dispuestos a cumplir y obedecer el mandato, esto traerá gran paz y grandes bendiciones a nuestras vidas, por sobre todo nos dará el gozo de tener la influencia constante del Espíritu Santo, quien guiará y nos ayudará en cada paso de nuestra vida, como lo hizo con Nefi "E iba guiado por el Espíritu, sin saber de antemano lo que tendría que hacer." (1 Nefi 4:6)

El tener la actitud de Nefi permitirá que en nuestros barrios/ramas reine mayor amor y hermandad, que haya menos inactivos, menos chismes, menos disputas, más bautismos, más bendiciones y por sobre todo una influencia espiritual mucho mayor.

Esforcémonos hermanos por ser obedientes y rectos, tengamos buen ánimo y ayudemos a que la Iglesia de Jesucristo siga creciendo.

Espero que cada uno que lea esta entrada pueda sentirse lleno del Espíritu Santo, y sienta en su corazón la disposición de ser un mejor discípulo de Cristo. 

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