CADA MIEMBRO UN MISIONERO

El presidente David O. McKay enseñó que todo miembro de la Iglesia debe ser un misionero, ¿que significa esto?, significa que todos debemos estar comprometidos con la obra misional y compartir el evangelio de Jesucristo que tanto ha bendecido nuestras vidas.

Por supuesto que no todos tenemos la oportunidad de servir una misión regular, ya sea por diferentes motivos, tales como el habernos unido a la Iglesia después de la edad permitida para salir a una misión, algún impedimento físico o algún otro motivo personal, pero esto no es un justificativo para no ser parte de la obra.

Todos podemos cumplir con este mandato del profeta David O.
McKay de diferentes maneras, estas son algunas ideas de las cosas que podemos hacer:
  • Compartir el evangelio con nuestros familiares y amigos, invitándolos a escuchar a los misioneros.
  • Ayudar a algún joven que sale a la misión.
  • Acompañar a las charlas a los misioneros regulares.
  • Hermanar a los investigadores y nuevos conversos en la capilla y fuera de ella.
  • Regalar revistas, folletos y cualquier otro material de la Iglesia.
  • Organizar Noches de Hogar en donde se invite a vecinos y amigos.
  • Y más..............
Realmente hay muchas oportunidades de compartir el evangelio y ayudar en la obra.

Además de esto el mejor elemento misional que tenemos es nuestro propio BUEN ejemplo, ya que es muy importante que practiquemos los que enseñamos. El ser amables, buenos vecinos, buenos padres, buenos hijos, estudiantes ejemplares, buenos amigos, personas serviciales, etc. abre la puerta para que muchos tenga el deseo de unirse a la verdad. Pero también el MAL ejemplo es una manera de hacer obra misional, solo que esto produce todo lo contrario. Por lo tanto debemos estar muy atentos a que clase de miembros y de ejemplos somos, ya que en todo momento estamos representando a la Iglesia del Señor.

Espero que todos nos esforcemos por ser buenos Miembros Misioneros a fin de que podamos ayudar a muchas almas a conocer el evangelio de Jesucristo.

"Y si acontece que trabajáis todos vuestros días proclamando el arrepentimiento a este pueblo y me traéis aun cuando fuere una sola alma, ¡cuán grande será vuestro gozo con ella en el reino de mi Padre!" (DyC 18:15)

1 comentarios:

Jassay dijo...

Muy bueno :)